Kit de Protección Solar

Es más que una rutina: es una sensación de tranquilidad. Te da la seguridad de estar protegida a diario de forma simple y efectiva.

Se siente bien, de verdad. El protector solar se absorbe sin dejar rastro, sin esa sensación pegajosa o la temida capa blanca. Es como una segunda piel.

La libertad del SPF Stick. Tu compañero de aventuras para retocar la protección en cualquier momento y lugar, de forma limpia y transparente.

Cuidarse desde dentro y por fuera. El sol te da vida, y la crema antiedad te da la calma de saber que estás nutriendo y reparando tu piel después de cada exposición.

Porque está alineado con tus valores. Es vegano, respetuoso con tu piel y con el planeta. No hay nada más Naturyzen que eso.

• Defensa integral: Un dúo de protectores solares con FPS 30 y 50 que ofrece una protección completa de amplio espectro contra los rayos UVA y UVB, sin dejar sensación pesada ni residuos blancos.
• Hidratación y cuidado diario: La crema de día antiedad va más allá de la protección, hidratando en profundidad, reafirmando la piel y previniendo los signos de la edad para que tu rostro se sienta siempre luminoso y joven.
• Comodidad en movimiento: El práctico formato en stick te permite reaplicar la protección en cualquier momento y lugar, sin complicaciones. Es la solución para esos días de mucho sol o actividad.
• Fórmulas limpias y amables: Todos los productos son veganos, sin gluten ni frutos secos, y respetan la piel y el medio ambiente, porque la belleza debe sentirse bien por dentro y por fuera.

Al final del día, lo que realmente importa no es solo la lista de ingredientes, sino cómo te sientes. Con el Kit de Protección Solar Naturyzen, los resultados se notan en una piel que se siente y se ve sana, protegida e hidratada.

Es la tranquilidad de saber que tu piel está defendida del sol de forma efectiva, sin complicaciones. Es mirarte al espejo y ver un rostro luminoso, con un brillo natural que viene de la hidratación y el cuidado constante. Es la certeza de que tu rutina de protección solar es tan simple y placentera que no vas a olvidarte de ella. Se trata de cuidarte hoy para disfrutar de una piel radiante mañana y siempre.

Tu rutina de mañana

Paso 1: Hidratación con la Crema de Día Antiedad

Después de limpiar tu rostro, aplica la Crema de Día Antiedad. Esta crema aterciopelada no solo hidrata, sino que también ayuda a reafirmar y suavizar tu piel, creando la base perfecta para el siguiente paso.

Paso 2: Protección con el SPF30

Una vez que la crema se haya absorbido, es el turno del Protector Solar SPF30. Aplícalo generosamente en el rostro y el cuerpo. Su textura ligera y mineral se integra fácilmente en tu piel, ofreciéndote una defensa de amplio espectro contra los rayos UVA/UVB.

Para reaplicar durante el día

Paso 3: Retoca con el SPF Stick (SPF50)

El SPF Stick (SPF50) es tu mejor aliado para retocar la protección. Llévalo contigo y úsalo directamente sobre tu piel, incluso sobre el maquillaje, para una aplicación rápida y transparente. Es perfecto para esos momentos en los que necesitas un extra de protección, como al conducir o al pasar más tiempo al aire libre.

A veces pensamos en el protector solar solo cuando vamos a la playa o a la piscina, ¿verdad? Pero la realidad es que protegerse del sol es un acto de cuidado diario, un regalo que le haces a tu piel hoy para que te lo agradezca mañana. No es solo una cuestión de estética, sino de salud.

Aquí te cuento por qué la protección solar es tan importante y todo lo que puede pasar si no la incluyes en tu rutina:

Los daños a corto plazo: cuando el sol nos pasa factura de inmediato

• Quemaduras solares: El enrojecimiento, la sensación de ardor, la piel caliente al tacto... Las quemaduras son una señal clara de que el sol ha agredido tu piel. No es algo pasajero; este daño celular se acumula a lo largo de tu vida.
• Hiperpigmentación postinflamatoria: Después de una quemadura o un brote de acné, tu piel puede responder con una sobreproducción de melanina, creando manchas oscuras que son difíciles de eliminar.

Los daños a largo plazo: el "efecto acumulativo"

El sol es como un libro de cuentas donde se anota cada segundo de exposición. Con el tiempo, esta suma de daños se manifiesta de muchas formas:

• Envejecimiento prematuro (o fotoenvejecimiento): Los rayos UVA penetran en las capas más profundas de la piel y destruyen el colágeno y la elastina, esas proteínas que la mantienen tersa y firme. El resultado son arrugas, líneas de expresión, flacidez y una textura irregular. El sol es el principal responsable de que la piel envejezca antes de tiempo.
• Manchas y lentigos solares: Las manchas de las que hablamos al principio, que parecen pecas grandes o lunares, son un claro signo del daño solar acumulado. Estas manchas, conocidas como lentigos solares, no desaparecen con el invierno.
• Melasma: Estas manchas más grandes y simétricas, a menudo desencadenadas por las hormonas, se oscurecen considerablemente con la exposición solar. El sol es un amplificador de este problema.
• Cáncer de piel: Es el daño más grave y la razón más poderosa para protegerte. La radiación ultravioleta puede alterar el ADN de las células de la piel, lo que puede llevar a la formación de tumores. El melanoma, el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas están directamente relacionados con la exposición solar sin protección.

¿Cómo te hace sentir la protección solar?

Usar protector solar a diario te da una sensación de seguridad y de control. Es un acto de amor propio. Cuando te lo aplicas, no solo estás protegiendo tu piel de los daños visibles, sino que también estás invirtiendo en su salud a largo plazo. Es la pieza más importante de cualquier rutina de cuidado de la piel.

En Naturyzen, entendemos la importancia de este paso. Por eso, nuestros productos como el Sunscreen SPF30, with tint y el SPF Stick (SPF50) están pensados para que la protección solar sea un placer, no una obligación. Son fáciles de aplicar, no dejan residuo blanco y, además, cuidan tu piel con ingredientes que la hidratan y la nutren. Porque protegerse no tiene por qué ser aburrido, puede ser parte de una rutina que te hace sentir bien contigo misma.